sábado

SEMBRAR CIZAÑA

 EL TRIGO Y LA CIZAÑA. Prontuario para cambiar la realidad cambiando las palabras

La rivalidad y el rencor, la mala fe y la desconfianza recíproca componen la parte envenenada de las relaciones humanas.
En una transparente parábola del Evangelio según San Mateo, Cristo la comparó la rivalidad con la cizaña. Ésa planta que puede crecer junto al centeno contiene una sustancia muy tóxica que al pasar a la harina causó la muerte de quienes comerieron pan hecho con ella. No era raro en otro tiempo que la cizaña fuera sembrada furtivamente por algún enemigo, de allí la preocupación de los dueños de campo por arrancar antes la cosecha. Gran cizaña quedaron así como metáfora para referirse a lo bueno y lo dañino, a las intenciones sanas y a los propósitos perversos. Hoy sentido corriente de sembrar cizaña es el de poder a uno con contra otros. Tal vocación por enfrentar y vivir dio lugar a un adjetivo que nada tiene que ver con las plantas, a quienes van por el mundo multiplicando. Son, en otra palabra los agricultores de la discordia.

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